Quizás
el secreto está en reír cuando se pueda y llorar cuando se necesite….
Cuesta
bastante volver a escribir después de tanto tiempo de parón.
Parón
que por cierto necesitaba más que nunca. Me gusta el tiempo que transcurre
entre la recuperación emocional y el estado de “normalidad” porque en ese
transcurso de tiempo me doy cuenta de muchísimas cosas que paso por alto.
Reflexiono, y de alguna manera me hago más fuerte. En muchas ocasiones os he
dicho que llorar no el malo, que tener días de bajón es algo normal para
cualquier persona y que no es un signo de debilidad. Todos, repito, todos,
necesitamos en muchos momentos parar, coger aire, soltarlo, mirar al frente,
volver a llenarte los pulmones de aire, y seguir caminando.
Hay
gente cercana a mí que me dice no entender por qué parece que hago un mundo de
esto si al parecer llevo una vida normal como la de cualquier otra persona, y es
que parece que te tienen que ver casi agonizando para que puedan cerciorarse
que te encuentras mal, otros me dicen que soy en ocasiones un poco antipática o
que no tengo gracia ninguna, será porque en esos días en los que no me apetece
sonreír es debido a los dolores de espalda y cadera que tengo o simplemente porque
hay días que mi cuerpo se ve limitado en movimiento, y esto ya no afecta a lo
físico, sino a lo psicológico.
Me preguntaron antes de ayer que me gustaría
hacer en un futuro, y me limite a contestar que solo quería vivir .Creo que
todos tenemos un camino en la vida. Podemos darle la forma que queramos,
decorarlo o llamarlo como nos apetezca, pero el camino va a seguir siendo el
mismo que está escrito. Para algunos se cortará antes de lo previsto, para
otros no será de su agrado, otros ya lo tendrán planificado y a medida. Otros
sufrirán a lo largo de este, y la mayoría no apreciarán lo que día tras día caminan.
NO se pararán a mirar de que esta hecho su camino, no se percatarán de los
pequeñas flores que lo adornan y seguro que ni le darán importancia a saber
como andan…Somos tantos millones de personas en este mundo, tantos millones de
personalidades y de caracteres distintos, tantos y tantos caminos….es imposible
llegar a entender a todos.
Soy
consciente de que mucha gente que hay a mí alrededor no me puede entender, que
no entiende o no ve de la manera en la que yo veo el mundo. Que no comprenda
que para mí los pequeños detalles son lo más grande. De hecho la última vez que
hable de esto con alguien fue con una amiga que vio el video de la E.A que subí
a internet, y sus palabras fueron algo parecido a: creo que esto te está superando,
creo que te estás obsesionando con el hecho de tener una enfermedad y creo que deberías
de ver a un profesional. No os voy negar
que a día de hoy cuando me viene el recuerdo de aquella conversación me sigue
dando mucha rabia y me llena de impotencia, pero no me puedo enfadar con quién
no entiende lo que es mi día a dia,porque seguramente si yo a día de hoy no
hubiera pasado por lo que he pasado quizás pensaría igual…
Pensamientos de una joven soñadora que no van
a ninguna parte….
Quizás
el secreto está en reír cuando se pueda y llorar cuando se necesite….
...no obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo...
Posted by El Chojin on Jueves, 19 de noviembre de 2015
Anquilosos ,he vuelto.
ROSA
Gran acierto en el título del post. En las rachas duras más que nunca hay que dar importancia a lo pequeño, disfrutarlo, saborear las pequeñas victorias y coger fuerzas para lo siguiente.
ResponderEliminarEstás obsesionada, te dicen. No todo el mundo tiene la suficiente empatía para entender lo que supone tener dolor constante y seguir haciendo vida normal. Afortunadamente, poca gente lo ha vivido o vivirá por periodos largos de tiempo. No olvides que no estás sola y que vendrán tiempo mejores en los que las risas ganen al llanto.
muchas gracias por tus palabras lina. Como puse "no me puedo enfadar con quien no entiende lo que es mi día a día".
ResponderEliminarHan sido dos semanas duras,pero después de la tormenta.....;)
un beso muy fuerte!!!!