Darle vueltas a la cabeza una y otra vez sin llegar a ninguna parte....perder el tiempo
El sábado durante la cena le comentaba a mis padres que el domingo volvería a pincharme.El domingo ha pasado. Y nada ha cambiado, salvo mis dolores que día tras días van cogiendo partes que ya parecían recuperadas.
El jueves me desperté por la mañana con un ligero aunque molesto dolor en la nalga.Dolor que me resultaba muy familiar.Dolor al que conocí por primera vez con 15 años y que me ha jodido la vida durante los siguientes 10. Lo llaman Ciática.
La primera vez que me dio una ciatica tenia 15 años. Estaba de vacaciones en Asturias y eran las fiestas de mi pueblo.Jamás se me olvidará.Estaba sentada en el sofá esperando a que mis amigas llamaran a casa para ir a la Verbena.No me avisó,ni me previno,simplemente llegó para quedarse.Cuando quise incorporarme no pude, sentí una punzada enorme en la pierna, me cogía desde los riñones hasta la rodilla y apenas me dejaba moverme.
Esa fue la primera vez.Desde ahí, un larguísimo historial.
Durante muchos años,he padecido cuadros de ciatica. Nadie nunca supo darme un explicación clara de por que me pasaba eso.Una hernia discal,simple inflamación del nervio o hasta frió.Tras radiografías y pruebas se descubrió que no tenía ninguna hernia discal, y ninguna vertebra mal,así que el misterio seguía ahí.
Mis visitas a urgencias cada poco seguían produciéndose, y poco a poco fui acostumbrándome a vivir con el dolor constante de un pinzamiento en el nervio. Me mandaban reposo y tomarme antiinflamatorios que apenas daban resultado,cada visita a urgencia significaba un cambio de medicación, Voltaren,
Ibuprofeno, Naproxeno, y Enantyum.Nada resultaba.
A la desesperada me inventaba cosas que mas o menos me aliviaban el dolor. Recuerdo que una vez de madrugada me desperté del dolor. Llevaba vario días en cama,mi madre me tenía que ayudar para ir al baño, para ducharme e incluso para darme de comer. Moverme se me hacia imposible. Harta de estar como una impedida me levante de la cama, cogí las muletas y fuí hacia la bicicleta estática. Mi cuerpo me pedía poder estirar las piernas y moverme, mi mente, salir de la cama de una vez. Todavía no me explico como logré levantarme sola y mucho menos subir a la bici.
Recuerdo que los primero pedales que daba dolían una barbaridad, pero por alguna extraña razón que aún desconozco seguía pedaleando y pedaleando.Pedaleaba y lloraba al mismo tiempo. Que sensación tan grande de impotencia. Que ganas de arrancarme la pata a bocados.
Mi pierna izquierda apenas reaccionaba,era la derecha la que daba todo el impulso al pedal,puse la marcha 1 para no forzar nada y así llegó un punto en el que notaba que el dolor iba desapareciendo. Pasado unos 15 o 20 minutos me bajé de la bicicleta estática sin ningún tipo de dolor. Pude caminar en perfectas condiciones, pude sentarme o doblarme sin dolor. Recuerdo ir a la habitación de mis padres casi llorando. Recuerdo la cara de susto de mi madre al verme de pie, y también recuerdo la cara de incredulidad que se nos quedo a los tres al no entender nada de lo que sucedía.
Fuí poco a poco entrenando mi cuerpo para este tipos de cuadros que me daban.La bicicleta,el ibuprofeno, y la manta de calor se convirtieron en mis aliados durante muchos años. Me vi limitada en el deporte,pues para mi era totalmente impensable poder salir a correr o ir al gimnasio.Y ya se sabe que la pereza llama a la pereza.
Mi vida transcurrió así durante años hasta el pasado mes de febrero (poco falta para hacer un año) llevaba una temporada con unos dolores de espalda horribles,apenas me dejaba respirar bien, y no podía estornudar o bostezar, sabía que algo no marchaba del todo bien. Me dio lo que ahora sé que se llama "un brote" que me dejó totalmente paralizada de cintura para abajo. Estaba en el trabajo colocando ropa en los almacenes con una compañera, ya desde por la mañana no me encontraba muy bien y sentía algo de dolor, pero no pensé que fuera a tanto, fue cuestión de horas, poco a poco notaba que el dolor iba a más cuando me movía hasta el punto de no poder dar ni un paso.El servicio medico del trabajo me dio el parte de salida y me mandaron subir al Hospital a que me pusieran algún tipo de calmante. De sobra sabía como iba el proceso, y de sobra sabía las palabras que me iban a esperar...
Mi chico me vino a recoger y entre el y otros compañeros me metieron como más bien pudieron en el coche, camino del hospital (que menos mal que estaba muy cerca) no podía reprimir las lagrimas y los gritos ahogados que el maldito pinzamiento me producía.Una vez en la puerta de urgencias salieron con una silla de ruedas, Juan (que así se llama mi chico) y una enfermera maquinaban la forma de sacarme del coche. Dios. Todavía recuerdo aquel dolor. Todavía recuerdo lo mal que lo pasé para salir del maldito coche...oía la voz de Juan que me repetía "cariño ya estamos aquí venga, ya sabes como va esto, haz un esfuerzo más y listo"y la voz de la enfermera que repetía "venga Rosa que esto no es nada, ya verás que bien te vas a poner cuando te vea el medico" . Y mis pobres piernas que no reaccionaban a nada salvo al dolor.Y mi pobre cabeza entumecida.
Mi cuerpo era como un circuito de motocross, llego un momento que al sacarme del coche era tan fuerte el dolor que los mareos y las ganas de vomitar llegaron a mi.No podía estar sentada,ni doblada de ninguna manera. No era como otras veces. No dolía de la misma manera que otras veces. Llegue a pensar que tenía el nervio ciatico totalmente pillado por el hueso o algo así. Esta vez no era como las otras, el dolor me cogía toda la zona de los riñones,y cada poco me recorría toda la pierna hasta el pie una fuerte descarga que me dejaba con la pierna como la de los perros cuando tienen una patita mala.
Recuerdo especialmente aquel día, por que para mi fue el peor de todos. Entre mi dolor de espalda y ahora mi pierna, era un saco de dolores andante.
No me enteré de que me habían llamado por que cuando quise darme cuenta ya estaba en un box rodeado de dos enfermeras y una medico.-¿Te puedes poner de pie Rosa?. Y Rosa no dejaba de llorar y pedir que por favor la dieran algo para quitar ese maldito dolor.Juan les explico lo que me pasaba, que cada poco estaba así,pero que nunca me habia dado tan fuerte.
Tras muchas preguntas y un "intento de examinarme fallido" decidieron ponerme medicación por vía intravenosa para que todo fuera mas rápido y así el efecto fuera inmediato.
Cinco bolsas me dejaron colgaditas en el gotero. Cinco bolsas en las que ponía " mi salvación" las dos primeras entraron muy rápido,del resto apenas me acuerdo, me pesaban demasiado los ojos como para poder resistirme.Antes de quedarme dormida del todo oía a Juan a mi lado que intentaba hacerme reír un poco diciéndome " jolin cari,cinco bolsa, menudo viaje que te vas a pegar.." y razón la verdad que no le faltaba.Me deje llevar por el peso de mi cuerpo,los brazos, la cabeza y mis parpados pesaban muchísimo, no tenía fuerzas para luchar contra ellas.De cintura para abajo, seguía sin sentir nada.
Dormí durante unas cuantas horas, y al igual que mi cuerpo, mi sueño también fue pesado,Juan estaba a mi lado, sonriendo.
- ¿Como te encuentras?
- Mareada y con ganas de vomitar.
Al ratito llegó la medica, me pregunto si estaba mejor y si me seguía doliendo.Tras un examen rápido intentamos ponerme en pie. La medicación hizo su función aunque todavía notaba un ligero dolor,pero eso me acompañaba desde lo 15 años.
Antes de marcharme la medica me dio el informe de urgencias, unas indicaciones para estar en casa y un consejo que cambiaria todo en mi vida.
- Rosa he visto que padeces desde muy joven cuadros de ciaticas muy continuados,no hemos visto ninguna anomalía en la columna vertebral y ninguna hernia que nos pudiera encaminar a pensar que se producen por eso.Los resultados de las analíticas están bien ,la temperatura el azúcar y la tensión bien, vamos, que está todo bien.
Entonces creo que lo que deberías hacer es ir a tu medico de cabecera y que te mande que te vea un especialista,en este caso pues un traumatologo o un reumatologo,y que te hagan pruebas para ver si damos con la razón de por que te dan estas ciaticas que te dejan sin poder moverte, ¿ vale? pero ahora a descansar y a tomarte los medicamentos.
No tengo mucho recuerdo de como salí de allí, estaba algo mareada y de la medicación tenia mal cuerpo,solo tenia ganas de meterme en mi cama y volver a dormir. Mañana todo pasará pequeña, mañana...
Los días siguientes no fueron como yo me esperaba,estuve sin salir de casa una semana entera,salvo para ir al medico a por mi parte de baja al cual me llevaban en coche, era incapaz de andar durante un rato, mis piernas temblaban y mi nervio se resentía.El único intento que hice por salir sola a la calle a comprar el pan fue en vano,no llegue ni a la verja del portal.Los medicamentos hacían mella en mi estomago y mi animo se caía a trocitos. Poco a poco iba arrastrando pedazos de tristeza sueltos por el camino.La vida seguía y yo estaba estancada.
Cuando fui a ver a mi medico de cabecera (por cierto la meeejor medico del mundo mundial ) me cambio la medicación y me derivó al reumatologo no sin antes hacerme una analítica para ver mis niveles de reuma en sangre.
- Rosa ¿estas bien? te veo un poco baja.
- Estoy bien Carolina.Creo que estoy bien...
A partir de aquí amig@ ya sabes mi historia, y aunque pueda parecer una historia triste y algo dolorosa, en realidad no lo es. Es la historia de alguien que antes no sabia apreciar la vida como la aprecia ahora.Es la historia de una persona como tantas que antes no sabía ser una luchadora y ahora lo "peta" ;)
Ahora que estoy " bien " me doy cuenta de todo lo ocurrido y todo lo sentido en un pasado. La lucha interna por estar bien.Las ganas de seguir caminando. El esfuerzo por continuar día tras día, todo eso que antes no veía o me parecía absurdo, ahora, lo veo como lo más hermoso y valiente del mundo.
Quizás el secreto para ser feliz sea darte cuenta de la grandeza de tus actos. Quizás, la esencia de la felicidad este en lo mas humilde de tus acciones, por que la humildad es puro corazón, ¿ no te parece?
El sábado durante la cena le comentaba a mis padres que el domingo volvería a pincharme.El domingo ha pasado. Y nada ha cambiado, salvo mis dolores que día tras días van cogiendo partes que ya parecían recuperadas.
El jueves me desperté por la mañana con un ligero aunque molesto dolor en la nalga.Dolor que me resultaba muy familiar.Dolor al que conocí por primera vez con 15 años y que me ha jodido la vida durante los siguientes 10. Lo llaman Ciática.
La primera vez que me dio una ciatica tenia 15 años. Estaba de vacaciones en Asturias y eran las fiestas de mi pueblo.Jamás se me olvidará.Estaba sentada en el sofá esperando a que mis amigas llamaran a casa para ir a la Verbena.No me avisó,ni me previno,simplemente llegó para quedarse.Cuando quise incorporarme no pude, sentí una punzada enorme en la pierna, me cogía desde los riñones hasta la rodilla y apenas me dejaba moverme.
Esa fue la primera vez.Desde ahí, un larguísimo historial.
Durante muchos años,he padecido cuadros de ciatica. Nadie nunca supo darme un explicación clara de por que me pasaba eso.Una hernia discal,simple inflamación del nervio o hasta frió.Tras radiografías y pruebas se descubrió que no tenía ninguna hernia discal, y ninguna vertebra mal,así que el misterio seguía ahí.
Mis visitas a urgencias cada poco seguían produciéndose, y poco a poco fui acostumbrándome a vivir con el dolor constante de un pinzamiento en el nervio. Me mandaban reposo y tomarme antiinflamatorios que apenas daban resultado,cada visita a urgencia significaba un cambio de medicación, Voltaren,
Ibuprofeno, Naproxeno, y Enantyum.Nada resultaba.
A la desesperada me inventaba cosas que mas o menos me aliviaban el dolor. Recuerdo que una vez de madrugada me desperté del dolor. Llevaba vario días en cama,mi madre me tenía que ayudar para ir al baño, para ducharme e incluso para darme de comer. Moverme se me hacia imposible. Harta de estar como una impedida me levante de la cama, cogí las muletas y fuí hacia la bicicleta estática. Mi cuerpo me pedía poder estirar las piernas y moverme, mi mente, salir de la cama de una vez. Todavía no me explico como logré levantarme sola y mucho menos subir a la bici.
Recuerdo que los primero pedales que daba dolían una barbaridad, pero por alguna extraña razón que aún desconozco seguía pedaleando y pedaleando.Pedaleaba y lloraba al mismo tiempo. Que sensación tan grande de impotencia. Que ganas de arrancarme la pata a bocados.
Mi pierna izquierda apenas reaccionaba,era la derecha la que daba todo el impulso al pedal,puse la marcha 1 para no forzar nada y así llegó un punto en el que notaba que el dolor iba desapareciendo. Pasado unos 15 o 20 minutos me bajé de la bicicleta estática sin ningún tipo de dolor. Pude caminar en perfectas condiciones, pude sentarme o doblarme sin dolor. Recuerdo ir a la habitación de mis padres casi llorando. Recuerdo la cara de susto de mi madre al verme de pie, y también recuerdo la cara de incredulidad que se nos quedo a los tres al no entender nada de lo que sucedía.
Fuí poco a poco entrenando mi cuerpo para este tipos de cuadros que me daban.La bicicleta,el ibuprofeno, y la manta de calor se convirtieron en mis aliados durante muchos años. Me vi limitada en el deporte,pues para mi era totalmente impensable poder salir a correr o ir al gimnasio.Y ya se sabe que la pereza llama a la pereza.
Mi vida transcurrió así durante años hasta el pasado mes de febrero (poco falta para hacer un año) llevaba una temporada con unos dolores de espalda horribles,apenas me dejaba respirar bien, y no podía estornudar o bostezar, sabía que algo no marchaba del todo bien. Me dio lo que ahora sé que se llama "un brote" que me dejó totalmente paralizada de cintura para abajo. Estaba en el trabajo colocando ropa en los almacenes con una compañera, ya desde por la mañana no me encontraba muy bien y sentía algo de dolor, pero no pensé que fuera a tanto, fue cuestión de horas, poco a poco notaba que el dolor iba a más cuando me movía hasta el punto de no poder dar ni un paso.El servicio medico del trabajo me dio el parte de salida y me mandaron subir al Hospital a que me pusieran algún tipo de calmante. De sobra sabía como iba el proceso, y de sobra sabía las palabras que me iban a esperar...
Mi chico me vino a recoger y entre el y otros compañeros me metieron como más bien pudieron en el coche, camino del hospital (que menos mal que estaba muy cerca) no podía reprimir las lagrimas y los gritos ahogados que el maldito pinzamiento me producía.Una vez en la puerta de urgencias salieron con una silla de ruedas, Juan (que así se llama mi chico) y una enfermera maquinaban la forma de sacarme del coche. Dios. Todavía recuerdo aquel dolor. Todavía recuerdo lo mal que lo pasé para salir del maldito coche...oía la voz de Juan que me repetía "cariño ya estamos aquí venga, ya sabes como va esto, haz un esfuerzo más y listo"y la voz de la enfermera que repetía "venga Rosa que esto no es nada, ya verás que bien te vas a poner cuando te vea el medico" . Y mis pobres piernas que no reaccionaban a nada salvo al dolor.Y mi pobre cabeza entumecida.
Mi cuerpo era como un circuito de motocross, llego un momento que al sacarme del coche era tan fuerte el dolor que los mareos y las ganas de vomitar llegaron a mi.No podía estar sentada,ni doblada de ninguna manera. No era como otras veces. No dolía de la misma manera que otras veces. Llegue a pensar que tenía el nervio ciatico totalmente pillado por el hueso o algo así. Esta vez no era como las otras, el dolor me cogía toda la zona de los riñones,y cada poco me recorría toda la pierna hasta el pie una fuerte descarga que me dejaba con la pierna como la de los perros cuando tienen una patita mala.
Recuerdo especialmente aquel día, por que para mi fue el peor de todos. Entre mi dolor de espalda y ahora mi pierna, era un saco de dolores andante.
No me enteré de que me habían llamado por que cuando quise darme cuenta ya estaba en un box rodeado de dos enfermeras y una medico.-¿Te puedes poner de pie Rosa?. Y Rosa no dejaba de llorar y pedir que por favor la dieran algo para quitar ese maldito dolor.Juan les explico lo que me pasaba, que cada poco estaba así,pero que nunca me habia dado tan fuerte.
Tras muchas preguntas y un "intento de examinarme fallido" decidieron ponerme medicación por vía intravenosa para que todo fuera mas rápido y así el efecto fuera inmediato.
Cinco bolsas me dejaron colgaditas en el gotero. Cinco bolsas en las que ponía " mi salvación" las dos primeras entraron muy rápido,del resto apenas me acuerdo, me pesaban demasiado los ojos como para poder resistirme.Antes de quedarme dormida del todo oía a Juan a mi lado que intentaba hacerme reír un poco diciéndome " jolin cari,cinco bolsa, menudo viaje que te vas a pegar.." y razón la verdad que no le faltaba.Me deje llevar por el peso de mi cuerpo,los brazos, la cabeza y mis parpados pesaban muchísimo, no tenía fuerzas para luchar contra ellas.De cintura para abajo, seguía sin sentir nada.
Dormí durante unas cuantas horas, y al igual que mi cuerpo, mi sueño también fue pesado,Juan estaba a mi lado, sonriendo.
- ¿Como te encuentras?
- Mareada y con ganas de vomitar.
Al ratito llegó la medica, me pregunto si estaba mejor y si me seguía doliendo.Tras un examen rápido intentamos ponerme en pie. La medicación hizo su función aunque todavía notaba un ligero dolor,pero eso me acompañaba desde lo 15 años.
Antes de marcharme la medica me dio el informe de urgencias, unas indicaciones para estar en casa y un consejo que cambiaria todo en mi vida.
- Rosa he visto que padeces desde muy joven cuadros de ciaticas muy continuados,no hemos visto ninguna anomalía en la columna vertebral y ninguna hernia que nos pudiera encaminar a pensar que se producen por eso.Los resultados de las analíticas están bien ,la temperatura el azúcar y la tensión bien, vamos, que está todo bien.
Entonces creo que lo que deberías hacer es ir a tu medico de cabecera y que te mande que te vea un especialista,en este caso pues un traumatologo o un reumatologo,y que te hagan pruebas para ver si damos con la razón de por que te dan estas ciaticas que te dejan sin poder moverte, ¿ vale? pero ahora a descansar y a tomarte los medicamentos.
No tengo mucho recuerdo de como salí de allí, estaba algo mareada y de la medicación tenia mal cuerpo,solo tenia ganas de meterme en mi cama y volver a dormir. Mañana todo pasará pequeña, mañana...
Los días siguientes no fueron como yo me esperaba,estuve sin salir de casa una semana entera,salvo para ir al medico a por mi parte de baja al cual me llevaban en coche, era incapaz de andar durante un rato, mis piernas temblaban y mi nervio se resentía.El único intento que hice por salir sola a la calle a comprar el pan fue en vano,no llegue ni a la verja del portal.Los medicamentos hacían mella en mi estomago y mi animo se caía a trocitos. Poco a poco iba arrastrando pedazos de tristeza sueltos por el camino.La vida seguía y yo estaba estancada.
Cuando fui a ver a mi medico de cabecera (por cierto la meeejor medico del mundo mundial ) me cambio la medicación y me derivó al reumatologo no sin antes hacerme una analítica para ver mis niveles de reuma en sangre.
- Rosa ¿estas bien? te veo un poco baja.
- Estoy bien Carolina.Creo que estoy bien...
A partir de aquí amig@ ya sabes mi historia, y aunque pueda parecer una historia triste y algo dolorosa, en realidad no lo es. Es la historia de alguien que antes no sabia apreciar la vida como la aprecia ahora.Es la historia de una persona como tantas que antes no sabía ser una luchadora y ahora lo "peta" ;)
Ahora que estoy " bien " me doy cuenta de todo lo ocurrido y todo lo sentido en un pasado. La lucha interna por estar bien.Las ganas de seguir caminando. El esfuerzo por continuar día tras día, todo eso que antes no veía o me parecía absurdo, ahora, lo veo como lo más hermoso y valiente del mundo.
Quizás el secreto para ser feliz sea darte cuenta de la grandeza de tus actos. Quizás, la esencia de la felicidad este en lo mas humilde de tus acciones, por que la humildad es puro corazón, ¿ no te parece?
Rosa.
otra gran entrada rosa, y como siempre nos decimos entre todos, no estamos solos en esto y nos damos apoyo de un modo u otro entre nosotros, pero nunca debemos olvidar a las personas que nos rodean, que también padecen de esta enfermedad de mierda, y sin sufrirla en sus huesos, sufren de impotencia por no poder hacer nada para aliviarnos, así que esta vez, con tu permiso, "animo Juan" y que todos los anquilosos tengan la suerte de Rosa, o la mía, que tenemos a alguien cerca que padece a nuestro lado, nos tiende la mano para levantarnos y nos da ánimos.
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