Lo de que el tiempo pasa volando creo que es algo de lo que todos somos conscientes, pero, joder que rapidez.
Seis meses desde la última vez que tuve consulta con el reuma, y no sé por qué me da a mí que ya va a ser siempre así.
Seis meses anquilosos han pasado desde que empecé de nuevo con el tratamiento biológico (cimcia) y mi body lo ha notado, y mucho.
Sinceramente si tuviera que poner en una balanza los pros y los contras de la decisión de volver a pincharme, con diferencia ganarían los pros.
1. No me levanto por la mañana como una tabla de planchar
2. Obviamente el dolor que producía despertarse todos los días así también ha desaparecido
3. El inagotable cansancio que arrastraba sin motivo alguno ya no está. Ahora me canso como las personas normales (guiño guiño :P)
4. El dolor en las lumbares, ESE dolor que había cogido residencia en mi cuerpo y parecía no irse nunca, ha sido machacado y expulsado.
5. Los brotes de inflamación tan bestiales que me producía la ea ya no se han vuelto a manifestar (sin contar con mi pie que hasta hace 3 semanas estaba divino)
6. Gracias a que mi día a día lo puedo llevar a cabo sin ningún tipo de dolor, aprovecho cada segundo para hacer cosas que me hacen feliz.
7. En mis metas con las aguas abiertas, siento que puedo tirar cada vez más fuerte, no porque no me cueste, sino porque no tengo ese dolor agudo que me impedía en muchas ocasiones poder tirar más y más. Y cada vez que me tiro al agua me exijo un poquito más, y me digo a mi misma: va venga dale, dale que igual mañana no puedes.
Las negativas se reducen siempre al mismo bucle:
1. Tengo miedo a quedarme inmunodeprimida y que pueda coger algo grave.
2. El cáncer está a la orden del dia, de la forma que sea, ya sea como melanoma (ojo con el sol por cierto) o como tumor…la cosa es que no me gusta y punto. Remarco, PUTO CANCER MUERETE YA.
3. Odio las agujas. Sin más. Y tener que pincharme cada 15 días me supone un trago bastante agrio, por no decir que me escagarrizo encima.
4. Es un auténtico coñazo tener que estar pendiente de un calendario y tener que cuadrar hasta el último minuto tu vida porque dependas de citas con la farmacia, trasporte de la medicación en tus viajes, y días en los que te toca medicarte.
5. No quiero contar con los efectos secundarios, porque a mí de momento no me están tocando mucho, y digo mucho porque ya algo está empezando a asomar.
Puede parecer que suena con más fuerza lo negativo que lo positivo, somos así, preferimos hacer más hincapié en lo malo que en lo bueno, pero os juro que no cambiaría la decisión que tomé por nada del mundo.
¿Qué tengo que tener más cuidado con las infecciones que pueda coger? Pues, aunque sea un desastre aprenderé a ser más cuidadosa, no sin antes aprender a base de palos como aquel que dice.
¿Qué tengo que superar mis miedos y fobias que lo único que hacen es no dejarme avanzar?
¡Si de eso se trata coñe! Que unas veces costará más y otras menos, pero el no intentarlo es en donde reside el fracaso.
¿Qué tengo que planificarme mis viajes, comidas fuera, fines de semana etc porque dependo siempre de una inyección? Pues se planifica, y los que están a tu alrededor y te quieren entenderán que hay cosas que no están en tu mano y se amoldaran a ello. Be water my friend.
Yo entiendo perfectamente que es un auténtico coñazo irse de viaje y tener que cargar con la súper mochilita a cuestas y estar pendiente de que el hielo no se deshaga para que la medicación no se estropee, en el sumo cuidado que hay que tener para que no se lleve golpes… etc etc. Pues sabéis que, yo cada vez que viajo con ella la mimo mucho, porque no dejo de pensar que ahí dentro va una de las cosas que me hacen estar bien. Así que sí, viajo con mi súper poderes a cuestas :P
En definitiva, no sabemos lo que nos vendrá en un futuro, por eso es mejor no pensar en lo malo que pueda venir y sí vivir en lo bueno que nos pasa en el momento.
Recuerda que la vida es una sucesión de momentos fantásticos y si no, dale la vuelta a la tortilla ;)
Seis meses desde la última vez que tuve consulta con el reuma, y no sé por qué me da a mí que ya va a ser siempre así.
Sinceramente si tuviera que poner en una balanza los pros y los contras de la decisión de volver a pincharme, con diferencia ganarían los pros.
1. No me levanto por la mañana como una tabla de planchar
2. Obviamente el dolor que producía despertarse todos los días así también ha desaparecido
3. El inagotable cansancio que arrastraba sin motivo alguno ya no está. Ahora me canso como las personas normales (guiño guiño :P)
4. El dolor en las lumbares, ESE dolor que había cogido residencia en mi cuerpo y parecía no irse nunca, ha sido machacado y expulsado.
5. Los brotes de inflamación tan bestiales que me producía la ea ya no se han vuelto a manifestar (sin contar con mi pie que hasta hace 3 semanas estaba divino)
6. Gracias a que mi día a día lo puedo llevar a cabo sin ningún tipo de dolor, aprovecho cada segundo para hacer cosas que me hacen feliz.
7. En mis metas con las aguas abiertas, siento que puedo tirar cada vez más fuerte, no porque no me cueste, sino porque no tengo ese dolor agudo que me impedía en muchas ocasiones poder tirar más y más. Y cada vez que me tiro al agua me exijo un poquito más, y me digo a mi misma: va venga dale, dale que igual mañana no puedes.
Las negativas se reducen siempre al mismo bucle:
1. Tengo miedo a quedarme inmunodeprimida y que pueda coger algo grave.
2. El cáncer está a la orden del dia, de la forma que sea, ya sea como melanoma (ojo con el sol por cierto) o como tumor…la cosa es que no me gusta y punto. Remarco, PUTO CANCER MUERETE YA.
3. Odio las agujas. Sin más. Y tener que pincharme cada 15 días me supone un trago bastante agrio, por no decir que me escagarrizo encima.
4. Es un auténtico coñazo tener que estar pendiente de un calendario y tener que cuadrar hasta el último minuto tu vida porque dependas de citas con la farmacia, trasporte de la medicación en tus viajes, y días en los que te toca medicarte.
5. No quiero contar con los efectos secundarios, porque a mí de momento no me están tocando mucho, y digo mucho porque ya algo está empezando a asomar.
Puede parecer que suena con más fuerza lo negativo que lo positivo, somos así, preferimos hacer más hincapié en lo malo que en lo bueno, pero os juro que no cambiaría la decisión que tomé por nada del mundo.
¿Qué tengo que tener más cuidado con las infecciones que pueda coger? Pues, aunque sea un desastre aprenderé a ser más cuidadosa, no sin antes aprender a base de palos como aquel que dice.
¿Qué tengo que superar mis miedos y fobias que lo único que hacen es no dejarme avanzar?
¡Si de eso se trata coñe! Que unas veces costará más y otras menos, pero el no intentarlo es en donde reside el fracaso.
¿Qué tengo que planificarme mis viajes, comidas fuera, fines de semana etc porque dependo siempre de una inyección? Pues se planifica, y los que están a tu alrededor y te quieren entenderán que hay cosas que no están en tu mano y se amoldaran a ello. Be water my friend.
Yo entiendo perfectamente que es un auténtico coñazo irse de viaje y tener que cargar con la súper mochilita a cuestas y estar pendiente de que el hielo no se deshaga para que la medicación no se estropee, en el sumo cuidado que hay que tener para que no se lleve golpes… etc etc. Pues sabéis que, yo cada vez que viajo con ella la mimo mucho, porque no dejo de pensar que ahí dentro va una de las cosas que me hacen estar bien. Así que sí, viajo con mi súper poderes a cuestas :P
En definitiva, no sabemos lo que nos vendrá en un futuro, por eso es mejor no pensar en lo malo que pueda venir y sí vivir en lo bueno que nos pasa en el momento.
Recuerda que la vida es una sucesión de momentos fantásticos y si no, dale la vuelta a la tortilla ;)
Hola
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