Ayer por la noche le estuve dando vueltas a una cosa que hoy
quería compartir con vosotros.
Veréis yo soy una persona muy cariñosa, y el contacto físico
es algo que me encanta. Pero si hay algo que no puedo dejar de hacer es abrazar
a la gente.
Me encanta que me abracen en los días malos, porque me hacen
sentir protegida y querida.
Me encanta que me abracen cuando me dicen enhorabuena, porque
me hace sentir fuerte y capaz de más.
Me encantan los abrazos de “sé que has tenido un día de
mierda, pero ya estás en casa”. Si supieran que mi casa está en sus brazos…
Me encantan que me abracen mis compañeros cuando voy a
entrar en mi turno de trabajo, porque me llenan de energía.
Me encantan los abrazos que dicen un “lo siento, he sido una
gilipollas” hay veces que a mi boca le cuesta hablar lo que mi corazón grita.
Me encanta abrazar a mis padres, a los dos a la vez, y que
juntos, los tres, formemos una sola persona.
Me encanta perderme en la naturaleza y abrazar a los
árboles.
Me encanta esos abrazos donde protejo y doy consuelo.
Y ahora, que no puedo siento que me falta algo.
Es por eso que todos los momentos y minutos que me está
robando esta cuarentena, los voy a emplear en dar aquello que hoy pienso y me hacen feliz
.
Y a vosotros, ¿qué abrazo es el que más os gusta?
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